domingo, 20 de enero de 2008

Roberto Vergara, El crítico

Las negociaciones fueron duras pero me convencieron para ser columnista de este exitoso espacio, mi nombre por ahora está reservado, es más, el dueño de este blog no me conoce solo nos escribimos e-mail’s y mantuvimos charlas eróticas por msn encapuchados, llegado el momento y si las críticas son favorables revelaré mi identidad

Después de unas largas y saladas vacaciones nunca viene mal saber algunas técnicas para ahorrar unos pesitos, esos que nos van a permitir comer arroz con atún los siguientes 15 días hasta cobremos nuestro sueldo/seguro de desempleo/jubilación/coima:

Emprendemos el viaje de vuelta, y vuelven los gastos de la ruta: nafta, peaje, prostitutas, robos varios, pero hay que saber ponderarlos;

  • Una que nunca falla: el peaje: llegamos como si nada, y una cola de 15 autos espera nuestro rápido y efectivo pago de $ 1.50, ahí mismo sale nuestra faceta de actor y al estilo Ova sabatini decimos”uhh, no tengo plata, gaste todo en la estación de servicio”, posible reacción del cajero: 1- Levanta la barrera, 2- se pone la camiseta de la autopista, se cree una persona y llama a seguridad. Ante ésta negativa sacamos un billete de $ 5 y se lo ponemos en la zunga, nunca va a decir que no.
  • Por estos días la Nafta está por las nubes por lo tanto hay que hacer todo lo posible para ahorrar: En la ruta lo mejor es apagar el motor cuando agarramos una bajada y encenderlo cuando subimos, otra buena, después de cargar nafta le pedimos a quien tengamos a mano, una ayudita para arrancar nuestro auto que se “descompuso”, después de una mini siestita de 5 cuadras en la que 2 empleados 1 anciano y una señora embarazada nos empujaron el móvil, arrancamos, y esto queda a gusto de cada uno: 1- levantamos nuestro dedo mayor al grito de “gracias Hijos de Putaaa!!”, 2- sacamos nuestro trasero por la ventanilla, y porque no, también levantamos el dedo índice y decimos alguna frase que sea oportuna para ese momento tan ameno.
  • Un elemento sagrado en estos tiempos y por estas pampas es el “celular”, Lucimos nuestro Teléfono móvil con total libertad, aunque estaría bueno que alguna vez tenga crédito, quedó atrás ese horrible “trámite” de ir a un telecentro a llamar a nuestra familia, ahora lo mejor es llamar con nuestro celular al grito de “viejo, me muerooo me mueerooo”, ahí mismo entra cortamos, al segundo y medio nos esta llamando nuestro progenitor, y continuamos:”me muerooo de alegría no sabes como la estoy pasando”. Los siguientes días la vamos variando: “Vieja, me robaron…… el corazón” “ Hermanooo, no sabes como quedo tu autooo…. Lo lleve al lavadero” etc.
  • Hora de parar a comer: siempre es bueno comer algo tranqui para seguir con el viaje: Al terminar nuestro lechón con vino y antes de seguir con el flan con dulce de leche, fingimos un paro cardiaco con ojos blancos incluidos, para que esto sea creíble es importante que la familia/amigos no estén enterados de nuestro plan, para que parezca más real, no hay que ser blandito y aguantar aunque los ríos de lagrimas y los desmayos varios agobien a nuestos familiares/amigos, cuando la ambulancia se hace presente en el lugar nos recuperamos de a poco le contamos lo sucedido al camillero e incluimos una palabra clave ”intoxicación” que se note y escuche bien en el lugar” intoxicación” de apoco vamos agregando otras palabras: “Envenenamiento”. Seguimos: “Lechón podrido”, “tenedor con caca” “adulterio” “dueño sucio”, y continuamos hasta que se nos acerque alguien a ofrecernos disculpas, luego de hacernos el ofendido, retomamos el viaje.

En la siguiente entrega: Como alimentarse en la India

1 comentario:

leandro dijo...

Te doy la bienvenida en nombre de todos los miembros de 101. Muy buena la nota pero se que podes dar mas...